
Trabajos manuales con los niños, bricolaje sencillo, creaciones puntuales o semi-profesionales… ¡cuánto material para ordenar! ¿Cómo organizar tu material de manualidades creativas de forma racional y, a ser posible, agradable a la vista? Te lo contamos todo en este artículo.
Paso indispensable: clasificar
Empieza haciendo una buena clasificación. Por cierto, tienes que poder encontrar cualquier objeto en menos de 50 segundos, sin tener que moverlo todo. Y, por supuesto, no acumules nada en el suelo.
Deshazte de los botes de pintura reseca, de los rotuladores que ya no funcionan, de los trozos de papel adhesivo demasiado pequeños para poder utilizarlos, etc. Así, solo guardarás lo que sea actual y esté en buen estado.
El material básico
En casi todos los casos te harán falta estanterías de altura regulable. En efecto, algunos objetos o herramientas son muy largos, otros son pesados, otros son frágiles pero voluminosos: tienes que poder adaptar la altura de tus estanterías, de manera que puedas coger fácilmente cualquier cosa, al mismo tiempo que optimizas el espacio disponible.
Para que ordenar te resulte agradable limítate a un solo color: te propongo el blanco, que siempre da sensación de limpieza y del que no te cansas nunca.
Te sugiero que compres una etiquetadora: si pones una etiqueta en las cajas de ordenación sabrás inmediatamente lo que contienen y te facilitará la ordenación después de una sesión de trabajos manuales con los niños, por ejemplo.
Necesitas cajas de ordenación que cierren a prueba de polvo, de los niños o de vuestro gato, pero también cajas de ordenación abiertas, con fácil acceso a los materiales que utilices más a menudo.
Divide y vencerás
Reagrupa el material por tipo de actividad: lo que se usa para pintar, para fabricar objetos en tres dimensiones, para coser…
Tienes que reagrupar los objetos según su uso, en cada una de estas categorías. Por ejemplo: los pinceles, las paletas, los botes de pintura. O incluso: el cordel, los rollos de papel higiénico, los clips.
Una vez reagrupados, podrás valorar mejor el tamaño de los cajas de ordenación que necesitarás. También te permitirá darte cuenta de si has almacenado un mismo tipo de objetos en varios sitios distintos.
Organiza por categorías
Almacena debajo de las estanterías todo lo que sea pesado (mosaicos, herramientas, arcilla…) dentro de cajas de plástico con tapa. Ventajas: protegerás los objetos del polvo, no las podrán abrir las manitas curiosas y, finalmente, no se desbordará el contenido, evitando el desorden. Elige las cajas de ordenación de la gama Infinity, fáciles de coger y que caben perfectamente en toda clase de estanterías. Son encajables y apilables. Las cajas Essentials también tienen tapas y son transparentes. No olvides poner una etiqueta adhesiva (a los niños les encanta usar la etiquetadora) en las cajas.
Todo lo que sea ligero puedes ordenarlo en lo alto de las estanterías. Por ejemplo, los cartones o lo que se presente en forma de rollo. Para otro tipo de materiales que utilices poco y que quieras almacenarlos en la parte alta, son interesantes las Essentials, pues al ser transparentes permiten ver inmediatamente su contenido.
Lo que usas más a menudo debes colocarlo a una altura comprendida entre las rodillas y los hombros. Para estos materiales puedes elegir la nueva gama Infinity, ya que consta de botes para lápices (las cups) que se encajan perfectamente dentro de las cajas de mayor tamaño. Si valoras dejar que tus hijos accedan libremente a este material, colócalo a su altura, pero si prefieres supervisar sus trabajos, en este caso la altura a la que lo almacenes no será tan importante.
Finalmente, te sugiero que elimines de tu plan de trabajo todo aquello que realmente no utilices regularmente. Deja únicamente el material que utilizas normalmente: tijeras, pegamento, cinta adhesiva, rotuladores, etc. en los botes Infinity o en cestas.
Gana aún más espacio
No dudes en colocar una estantería en la pared, encima de tu escritorio y de instalar una luz adicional, tipo spot, por ejemplo.
Para liberar espacio, puedes también:
Finalmente, no te olvides de colocar un cubo de basura en tu rincón de los Trabajos Manuales: ¡siempre es necesario!